Actualmente, hablar de aislamiento social es algo común por razones de salud pública.
La pandemia nos ha hecho cuestionarnos sobre nuestra libertad, sobre nuestra relaciones con el otro y con el mundo.
Las enfermedades mentales como la depresión se han disparado en un gran porcentaje, como también la violencia intrafamiliar y de género han aumentado considerablemente.
YOPAL CASANARE, BARRIO LLANO LINDO.
Aquí se desarrolla la conmovedora historia de Jhon Jairo Alarcon un joven que desde hace 13 años ha estado encerrado en su propia casa por causa de una enfermedad mental con la que nació y de su abuela una mujer de la tercera edad proveniente de los campos casanareños quien con nostalgia nos cuenta su historia.
Cuenta Concepción que John Jairo fue rechazado por su madre y abandonado en un potrero el día que nació y que unos campesinos de la zona lo encontraron aún envuelto en la placenta con bajos signos de vida.
Con nostalgia está humilde mujer Recuerda que durante un año el pequeño fue mantenido con agua de panela hasta que su madre lo dejó bajo su cuidado .
El padre de Jhon perdió un brazo en un accidente, por lo tanto no pudo volver a trabajar y no se hizo cargo de su hijo y ni de su madre.
Así que Jhon creció con su abuela paterna en condiciones de pobreza en la ciudad de Yopal a la voluntad de las personas de buen corazón que se acercan hasta su vivienda a colaborarles con algo de alimentos.
Concepción nos cuenta que desde su niñez Jhon presentaba episodios de agresividad sin que hasta ese momento se sospechara de lo complicado de su estado de salud, cuando el pequeño cumplio 10 años Concepción empezó a preocuparse porque los episodios de agresividad empezaron a aumentar al punto de encontrarlo con la cara cubierta de sangre porque se había dado varios golpes en su cabeza contra la pared.
A medida que fue creciendo, los episodios violentos se fueron haciendo más fuertes, no solo con el mismo sino con otras personas,incluso con su abuela, para ella era cada vez más difícil controlarlo.
Doña Concepción intentó darle una vida normal a su nieto ella como buena Católica queria que Jhon tuviera sus sacramentos, fue así que hablo con un sacerdote y logro que fuera bautizado, e hiciera su primera comunión y la confirmación, en ese entonces aún el pequeño podía salir.
Cuando Jhon cumplió los 14 años su agresividad aumento y ya era muy difícil controlarlo, fue allí cuando a su abuela le tocó tomar la difícil decisión de encerrarlo definitivamente en una habitación de su casa.
«Jhon Jairo Alarcon a vivido la mitad de su vida encerrado en esa habitación llena de rejas»
Con el tiempo ella ha modificado y construido en su casa una especie de jaula, que le permite al joven el contacto visual y físico a traves de está, y así poder brindarle algo de comodidad y contacto con el mundo exterior.
Actualmente Jhon Jairo tiene 27 años y la atención médica que a recibido es poca por no decir nula, nunca ha recibido un tratamiento profesional para su enfermedad y tampoco ha tenido los recursos económicos para buscar un especialista privado.
«Cuando alguien es diagnosticado con esquizofrenia, los pacientes son tratados con medicamentos costosos y terapias especializadas de largo plazo. En este país el sistema de salud es deficiente y no cuenta con buenos servicios en salud mental»
De acuerdo con una historia clínica en el año 2002 fue diagnosticado con alteraciones del comportamiento, de disciplina y del aprendizaje. Él no desarrolló su lenguaje oral.
Concepción hoy tiene 73 años, dice que nunca ha recibido ayuda del estado por las condiciones de discapacidad de su nieto, así que para ganarse la vida vende pollos que cría en su propia casa.
Ella sueña con poder ampliar la casa que le heredó su madre y que su «chinito» como ella lo llama tenga un espacio más grande con una ventana que de a la calle.
Pero la realidad es otra apesar de que muchos se conmueven con su historia pocos son los que le brindan una ayuda verdadera y el tiempo avanza.
Concepción siente que cada día que pasa se enferma más y no sabe qué pueda pasar cuando esté más vieja, y como dice ella «que pasará con mi chinito cuando yo falte» es lo que más la trasnocha pensar en el futuro de Jhon Jairo si ella llegara a faltar.
Mientras esta mujer lucha todos los días por brindarle lo mejor a su nieto sin poder cumplir su sueño, viendo como pasa el tiempo sin encontrar una solución,o que aparezca esa Alma caritativa que les brinda la ayuda que necesitan.
Jhon continúa viendo las horas pasar, aislado en su propia cárcel sin ser tratado por un especialista, condenado a vivir una vida entre rejas sin tener culpa alguna de las decisiones que en su momento alguien tomó por el, perdido en un deseo que quizás no podamos saber.
Mientras en el mundo exterior muchos se quejan por un aislamiento que durará poco y que para Jhon Jairo Alarcon a sido más de la mitad de su vida.
EDICIÓN Y FOTOGRAFÍAS: Edwin Amado
