Un hombre identificado como Isaí Emilio Quintero Barrientos » Alias el negro» fue enviado a la cárcel señalado de ser el presupuesto responsable de recibir ciudadanos extranjeros que ingresaban ilegalmente al país.
La Fiscalía tiene evidencias de que esta persona, al parecer, cobraba $4’000.000 a cada extranjero que lo contactaba para ingresar ilegalmente por la frontera con Venezuela y llegar
hasta zona limítrofe con Panamá.
El trabajo investigativo realizado por la Fiscalía General de la Nación contra las redes de tráfico de migrantes permitió identificar a quien sería uno de los principales articuladores de esta
actividad ilegal. Se trata de Isaí Emilio Quintero Barrientos, alias ‘El Negro’, supuesto responsable de recibir ciudadanos extranjeros que ingresaban ilegalmente al país y garantizar su tránsito hasta las costas del Urabá antioqueño y de Chocó.
Esta persona fue capturada por unidades de Tránsito y Transporte de la Policía Nacional en Norte de Santander, momentos en los que regresaba de Venezuela.
Durante la detención presentó una cédula venezolana falsa, con la cual se movía al otro lado de la frontera sin restricciones.
Las evidencias dan cuenta de que Quintero Barrientos, presuntamente, contactaba a ciudadanos de países de Asia y África, y algunos venezolanos que entraban irregularmente a
Colombia. Al parecer, les cobraba $4’000.000 para proveerles transporte y ponerlos en puntos costeros, donde eran embarcados rumbo a Panamá.
En Colombia, los extranjeros eran trasladados por vía terrestre y a altas horas de la noche. Generalmente, los movilizaban por trochas o las denominadas ‘rutas de la muerte’. En el curso del proceso se estableció que alias El Negro, además de los dineros que percibía de cada migrante, recibiría giros de los distintos integrantes de una organización delictiva vinculada a este ilícito.
En un año alcanzaba a reclamar por este concepto hasta $35’000.000.
En este sentido, un fiscal de la Dirección Especializada contra las Organizaciones criminales le
imputó los delitos de tráfico ilícito de migrantes y concierto para delinquir agravado.
El procesado no aceptó los cargos y, por disposición de un juez de control de garantías, deberá cumplir medida de aseguramiento privativa de la libertad en centro carcelario.